
[ad_1]
(InfoCatlica) El cardenal ha publicado en X su apoyo a las Conferencias Episcopales de Chad, Camern y Nigeria por oponerse a Fiducia supplicans
Il me faut remercier les Confrences piscopales qui ont dj fait ce travail de vrit en particulier celles du Cameroun, du Tchad, du Nigria, dont je partage et fais miennes les dcisions et lopposition ferme la Dclaration Fiducia supplicans. https://t.co/YsbPwek1cA
Cardinal R. Sarah (@Card_R_Sarah) January 8, 2024
Sarah ha hecho pblico un mensaje de Navidadel da de la Epifana del Seor. En el mismoseala que la verdad es la primera de las misericordias que Jess ofrece al pecador.Podremos a su vez hacer una obra de misericordia en la verdad?El riesgo es grande para nosotros si buscamos la paz mundial, la popularidad mundana que se compra al precio de la mentira, la ambigedad y el silencio cmplice.
El purpurado entra de lleno en la cuestin de las bendiciones de las uniones homosexuales:
Algunos medios afirman que la Iglesia catlica fomenta la bendicin de las uniones entre personas del mismo sexo.Mienten.Hacen el trabajo del divisor.Algunos obispos van en la misma direccin, siembran dudas y escndalo en las almas de fe al pretender bendecir las uniones homosexuales como si fueran legtimas, conforme a la naturaleza creada por Dios, como si pudieran conducir a la santidad y a la felicidad humana.Slo engendran errores, escndalos, dudas y decepciones.Estos Obispos ignoran u olvidan la severa advertencia de Jess contra quienes escandalizan a los pequeos: Al que escandalice a uno de estos pequeos que creen en m, ms le valdra que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar (Mt 18,6).
Una declaracin reciente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, publicada con la aprobacin del Papa Francisco, no logr corregir estos errores ni dar la verdad.Adems, por su falta de claridad, no ha hecho ms que amplificar la confusin que reina en los corazones y algunos incluso se han valido de ella para apoyar su intento de manipulacin.
Tras recordar lo que ensea la Biblia y el Catecismo sobre las relaciones homosexuales, el cardenal advierte que cualquier accin pastoral que no recuerde esta verdad objetiva fracasara en la primera obra de misericordia que es el don de la verdad. Esta objetividad de la verdad no es contraria a la atencin prestada a la intencin subjetiva de las personas.
Y critica de nuevo el reciente documento vaticano:
La Declaracin Fiducia supplicans escribe que la bendicin est destinada, en cambio, a las personas que piden que todo lo que es verdadero, bueno y humanamente valioso en su vida y en sus relaciones sea investido, sanado y elevado por la presencia del Espritu Santo ( n.31).Pero qu es bueno, verdadero y humanamente vlido en una relacin homosexual, definida por las Sagradas Escrituras y la Tradicin como una depravacin grave e intrnsecamente desordenada?Cmo puede tal escrito corresponder al Libro de la Sabidura que dice: los razonamientos retorcidos apartan de Dios, y su poder, puesto a prueba, recrimina a los insensatos. La sabidura no penetra en un alma maliciosa, ni habita en un cuerpo dominado por el pecado. El Espritu santo, maestro, rehye del engao (Sab 1,3-5).Lo nico que se puede pedir a las personas que estn en una relacin antinatural es que se conviertan y se conformen a la Palabra de Dios.
El cardenal muestra tambin en este texto su apoyo a los obispoos africanos que se oponen a Fiducia supplicans:
Debo agradecer a las Conferencias Episcopales que ya han hecho esta obra de verdad, en particular a las de Camern, Chad, Nigeria, etc., cuyas decisiones y firme oposicin a la Declaracin Fiducia supplicans comparto y apoyo. Debemos alentar a otras Conferencias Episcopales nacionales o regionales y a cada obispo a hacer lo mismo. Al hacerlo, no nos oponemos al Papa Francisco, pero nos oponemos firme y radicalmente a una hereja que socava gravemente a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, porque es contraria a la fe y la Tradicin catlicas.
Manipulaciones en el Snodo
Sarah advierte contra las maquinaciones que se estn preparando en la prxima sesin del snodo sobre la sinodalida y destaca el papel de la Igleisa en frican :
La Iglesia de frica es la voz de los pobres, los sencillos y los pequeos.Es responsable de proclamar la Palabra de Dios a los cristianos occidentales que, por ser ricos, dotados de mltiples habilidades en filosofa, ciencias teolgicas, bblicas y cannicas, se creen evolucionados, modernos y sabios en sabidura del mundo. Pero la necedad de Dios es ms sabia que los hombres (1 Cor 1,25). Por tanto, no sorprende que los obispos de frica, en su pobreza, sean hoy heraldos de esta verdad divina frente al poder y la riqueza de ciertos episcopados de Occidente. Porque todo lo que hay de necio en el mundo, esto es lo que Dios ha elegido para confundir a los sabios; Dios ha elegido lo dbil del mundo para avergonzar a lo fuerte. Lo que en el mundo no tiene nacimiento y lo que es despreciado, esto es lo que Dios ha elegido; lo que no es, esto es lo que Dios ha escogido, para reducir a nada lo que es, para que nadie se jacte delante de Dios (1 Cor 1, 27-28). Pero nos atreveremos a escucharlos durante la prxima sesin del Snodo sobre la sinodalidad? O deberamos creer que, a pesar de las promesas de escucha y respeto, sus advertencias sern ignoradas como vemos hoy? Cuidado con los hombres (Mt 10,22), dice el Seor Jess, porque toda esta confusin, suscitada por la Declaracin Fiducia supplicans, podra reaparecer bajo otras formulaciones ms sutiles y ms ocultas en la segunda sesin del Snodo sobre la sinodalidad. , en 2024, o en el texto de quienes ayudan al Santo Padre a redactar la Exhortacin Apostlica postsinodal. No tent Satans al Seor Jess tres veces? Habr que estar atentos a las manipulaciones y proyectos que algunos ya estn preparando para esta prxima sesin del Snodo.
Y finalmente desmonta la farsa sobre el mal uso de las bendiciones:
As que no me dejen caer en vanas objeciones sobre el significado de la palabra bendicin. Es obvio que podemos orar por el pecador, es obvio que podemos pedir a Dios su conversin. Es obvio que podemos bendecir al hombre que, poco a poco, se dirige a Dios para pedir humildemente una gracia de cambio verdadero y radical en su vida. La oracin de la Iglesia no es rechazada a nadie. Pero nunca se puede abusar de l para convertirlo en una legitimacin del pecado, de la estructura del pecado, o incluso de la ocasin inminente del pecado. El corazn contrito y arrepentido, aunque est todava lejos de la santidad, debe ser bendito. Pero recordemos que, ante el rechazo de la conversin y la dureza, de boca de san Pablo no sale ninguna palabra de bendicin sino esta advertencia: T, sin embargo, con tu dureza y con tu corazn que no se quiere arrepentir, atesoras contra ti mismo ira para el da de la ira y de la revelacin del justo juicio de Dios, el cual retribuir a cada uno segn sus obras (Romanos 2:5-6).
[ad_2]