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Ha jugado todo. Prácticamente todo. Y es un capitán que no necesita lucir ningún brazalete para ejercer su rol. Un rol de jefe en la defensa, acostumbrado a conocer los recovecos del oficio de central (tiene 33 años), acompañado de un adolescente como Pau Cubarsí (17).
A Iñigo Martínez, pieza indiscutible en el Barça de Flick, le toca liderar desde atrás a un equipo en pleno proceso de formación, que vive triunfos espectaculares ante el Bayern (4-1) y Madrid (0-4) al tiempo que sufre frenazos en San Sebastián ante la Real Sociedad (derrota por 1-0) o empates como el de Balaídos frente al Celta (1-1).
«Desde el minuto uno que coincidí con él Hansi me dijo que me quería ver y dar esa oportunidad. No quería estar aquí molestando a nadie si el míster no me quería»
«Desde el minuto uno que coincidí con él Hansi me dijo que me quería ver y dar esa oportunidad», ha revelado el defensa vasco, quien explicó que «no quería estar aquí molestando a nadie si el míster no me quería».
Pero Flick lo quería. «Veía que los días pasaban y el entrenador confiaba plenamente en mí y me quería de titular. Y es el año en que más estoy disfrutando”, ha añadido Iñigo Martínez.
De una temporada irregular con Xavi en la que estuvo castigado por las lesiones (apenas 715 minutos en los cuatro primeros meses del curso) al papel de líder defensivo con Flick porque ahora suma más del doble de minutos en el mismo período. Lleva ya 1.506 y ha sido titular en 17 de los 18 encuentros. Solo descansó en la derrota de Pamplona.
«Todo va bien, disfruto de estos momentos y de estos partidos… Notas, además, que el míster te tiene mucho aprecio. Es todo un poco. Todo fluye», ha recordado Iñigo Martínez, feliz porque disfruta de su mejor temporada «Me noto muy bien, a pesar de los 33 años. No hay lesiones. Me siento a gusto, cómodo, con mucho peso en el campo y en el vestuario donde tengo que ayudar porque hay mucha gente joven. Esa es mi labor», ha recordado el exjugador del Athletic.
Precisamente ha sido su edad uno de los motivos por los que entiende que Luis de la Fuente no le llame para jugar con la selección. “Es totalmente entendible, son 33 años que tengo y ahí un nivel de jóvenes que es excepcional. Para mí no es algo extraño, son decisiones del seleccionador, que piensa en un equipo más joven”, ha reflexionado el central azulgrana. “Ni me siento indignado ni debo estarlo por no llamarme. Tengo una cierta edad, es normal que llame a otros jugadores”, ha añadido.
«¿La selección? Es totalmente entendible, son 33 años que tengo y ahí un nivel de jóvenes que es excepcional. Ni me siento indignado ni debo estarlo por no llamarme. Tengo una cierta edad, es normal que llame a otros jugadores»
No tiene dudas el jugador vasco sobre el planteamiento defensivo que exhibe el Barça. Y no lo limita a un problema solo de la línea defensiva, advirtiendo, además, de que si el equipo no sale al cien por cien pasará problemas ante el Brest, su próximo rival en la Champions. «Será un rival duro, muy duro, están muy bien en la Champions. Como nos relajemos lo podemos pagar caro», ha reconocido Iñigo Martínez, quien no quiere pensar en la posible renovación a final de temporada cuando acaba su contrato.
«La presión empieza con los de arriba»
«Me centro en lo mío, en el día a día. Si tiene que llegar, llegará. Y si no llega pues diré que he estado dos años en el Barça», ha reconocido el defensa azulgrana, quien ha admitido que le «ha costado digerir» lo sucedido en Vigo en los últimos minutos cuando se dejó empatar una renta del 0-2. «Más que cogernos la espalda es cómo se presiona y de qué manera y con qué intensidad», ha revelado Iñigo Martínez.

Iñaki Peña atrapa un balón durante el Celta-Barça en Balaídos. / FCBARCELONA
«Si la presión es muy buena resulta complicado meter el balón a la espalda porque el portero está adelantado y nos va a salvar mucho», ha insistido el defensa, recordando que «si uno baja un pelín la intensidad nos generan ocasiones y crean peligro». Y ha incidido en esa misma línea poniendo el foco en que la presión es algo coral porque no solo debe ser responsabilidad de los defensas.
La ausencia de Lamine Yamal por lesión (no estuvo ante Real Sociedad, Celta ni tampoco ahora contra el Best) es importante, según Iñigo, pero no tan decisiva. «Sabemos la importancia que tiene Lamine, no lo voy a negar, nos da mucho y es muy desequilibrante y hace retroceder a la línea defensiva», ha reconocido el defensa vasco, indicando que el joven delantero «encara, genera asistencias y mucho miedo, es vital y muy importante, pero eso no puede decir que el siguiente que salga no vaya a estar a la altura».
«¿Iñaki Peña? Es tan frío que no sé realmente lo que piensa, pero nosotros estamos encantados, porque es un gran tipo, es diferente, es peculiar pero ahí se ve el trabajo en silencio»
«La presión empieza con los de arriba, si la presión no es buena los de atrás sufrimos, esto es así. Atacamos y defendemos todos, y el nivel que estamos mostrando, excepto en los dos últimos partidos, es brillante, pero sin excesos de confianza. Esto es un equipo», ha advertido Iñigo Martínez, impresionado por la frialdad que transmite Iñaki Peña, su portero.
«No lo sé, es tan frío que no sé si realmente, no sé lo que piensa, pero nosotros estamos encantados, porque es un gran tipo, es diferente, es peculiar pero ahí se ve el trabajo en silencio, te llega la oportunidad y la tienes que demostrar», ha dicho el vasco sobre el meta suplente que ahora es titular por la grave lesión de Ter Stegen.
«No es fácil para un portero del Barça saltar, hacerlo bien y demostrar el nivel que está demostrando Iñaki. Lleva muchos años, conoce el club y es tan tranquilo que no le veo salirse de la zona de confort, nos transmite mucha seguridad y está demostrando lo gran portero que es»
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