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Una escena ocurrida en los prolegómenos del duelo entre el Girona y el Espanyol del pasado sábado tuvo un gran impacto en las redes. Gorka, un niño de 5 años, fue obligado por los servicios de seguridad privada del club gerundense a despojarse de su camiseta blanquiazul para acceder al estadio de Montilivi en una zona fuera del perímetro destinado a la grada visitante. Al tratarse de un partido de alto riesgo, los trabajadores cumplieron con el protocolo, pero la imagen resultó dolorosa.
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